La práctica de la solidaridad revolucionaria – Fernando Bárcenas (preso anarquista en México)

Reproducimos el siguiente texto escrito desde el Reclusorio Norte por Fernando Bárcenas, quien hoy cumple 39 días en huelga de hambre como forma de protesta de desarticulación de la corrupción y las torturas dentro de las cárceles mexicanas.

El mensaje del compañero es claro: UTILIZAR LA CONFLICTIVIDAD DIARIA PARA ENFRENTAR AL ESTADO Y SUS INSTITUCIONES. Además de eso, que la solidaridad revolucionaria tiene un enfoque plenamente distinto a lo que es la solidaridad por lástima (que en verdad, tiene mucha semejanza con la caridad religiosa), pues la primera se debe enfocar a la destrucción total de los sistemas de opresión mediante la acción colectiva, mientras que la segunda, es la “cura” a los males instintivos y biológicos de una pena o una situación de congoja.

La articulación de los grupúsculos anti-autoritarios es la vía para forjar las revoluciones sociales: “siempre firmes, siempre atentxs, viajando hacia la vida, la libertad y la Anarquía”.


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De “El Canero” #3, Primavera 2015

Fernando Bárcenas Castillo

Este proyecto de periódico sigue siendo una aportación para fortalecer la contra-información y fomentar la reflexión acerca de los temas que a pocxs interesa en el cotidiano transcurrir de los días de la civilización moderna. Así mismo, es un mensaje de resistencia; un seguimos aquí, aún de pie desde lo más remoto de nuestras trincheras y con los medios y ánimos que nos permite el lento transcurrir del día a día en las entrañas de la cárcel.

A veces, los ánimos son encontrados y otras es difícil mantenerse cuerdo, sin embargo, siempre nos damos tiempo para concretar ésta recopilación de historias y vivencias carcelarias con la intención de compartirlas y así fortalecer la solidaridad con estas causas: pues consideramos de suma importancia ampliar su difusión, ya que al tratarse de luchas aisladas, la represión y el olvido suelen provocar que dicha represión sea más dura e impunemente cometida, y no sólo debido a los muros, sino por todo un aparato represivo que comienza a aplicarse desde el momento en que el “delincuente” es reducido a la marginación y el estigma; dejándole por completo en estado de no-defensa.

Ante la sociedad y el Estado, el infractor de la ley deja de ser “normal”, ha quedado en el total desamparo y esa sola idea de culpa, justifica las miles de humillaciones, la violencia, la tortura y el crimen como procedimientos comunes en la actividad penitenciaria. Es por eso que corresponde a nosotrxs, lxs prexsx, la tarea de pelear y desarticular desde dentro al monstruo carcelario…

Son tiempos de indiferencia y desinterés general, en los cuales las masas dormitan y sólo lxs pocxs despiertxs moldearán el destino de todo lo existente…. Y en esta realidad, donde la esperanzas se sostienen sólo por la fuerza del espíritu, cuando el cuerpo ha sido excedido hasta los límites y la conciencia de la realidad recuerda un hoyo melancólico de absurda existencia…. Te encuentras solo, triste, pero siempre libre de elegir cuál es el destino que acompañará tu vida hasta los últimos momentos y las últimas consecuencias…. Es ahí cuando descubres el verdadero significado de la solidaridad; un principio tan natural como instintivo que permite una interacción social sin ataduras y libre a fin de cuentas…

Debemos provocar que vuelvan a surgir los ánimos sediciosos, para que terminen por ser inevitables e insurjan como una violenta y espontánea insurrección… No existen las “circunstancias propicias” o “favorables”, vivimos una constante de conflicto con lo impuesto y no podemos esperar; debemos generar nostrxs esas condiciones para actuar, para sobrevivir, y al mismo tiempo atacar como defensa.

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Un acto de solidaridad, entonces conlleva también una determinación más allá de un apoyo que pueda interpretarse como lástima y/o compasión por obligación. Se trata de un acto que además de brindar apoyo a nuestrxs compañerxs, busque atacar los intereses del Estado y romper al mismo tiempo con los valores impuestos por su sistema moral-tradicionalista, fomentando así la extensión de la libertad en todas sus formas y expresiones.

Si lxs que se dicen anti-autoritarixs no buscan la destrucción total de lo que ellxs llaman “civilización”, si no se remontan al origen de las cosas y se enfocan en un punto parcial que es la “recuperación” y/o rescate” de “sus” presxs, olvidando que la cárcel por sí misma es una derivación del Estado, así como todas sus demás instituciones, las cuales son también la base de su funcionamiento y preservación; jamás podrán asumirse como libres y dueñxs de sí mismxs y de su propia voluntad.

La guerra contra las instituciones debe declararse enserio y sin concesiones, sin negociaciones… Es por eso que no solicitamos su colaboración porque lxs asumimos como nuestros enemigxs y no reconocemos su “autoridad”, así como la de nadie que se auto-proclame soberanx.

Desafiando autoridad, iremos hasta que lxs siempre menos, volvamos a encontrarnos y nos acompañemos de manera breve para volver a forjar las revoluciones sociales; siempre firmes, siempre atentas, viajando hacia la vida, la libertad y la Anarquía.

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