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Traducción:

Durante los últimos dos meses a los alrededores de Sydney, algunos anarquistas organizaron una campaña contra la política nacional y su “proceso democrático”. Esta elección electoral se lleva a cabo en un periodo de desilusión histórica con el espectáculo político y los que lo representan, y nunca antes exstieron tantos partidos en oferta para vivir de nuevo las falacias de lo que viene con el proceso electoral.

Rechazamos este proceso en su totalidad. Las elecciones son careta de confusión para discernir las mentiras del poder y el cómo las cosas pueden cambiar. Con los siguientes pequeños e ínfimos actos de sabotaje, dibujamos una línea.

Miles de carteles anti-electorales han sido pegados masivamente en Sydney; cientos de consignas anti-políticas fueron pintadas por toda la ciudad; una docena de banderas fueron atadas en lo más bajo de desniveles y calles de tránsito; la propaganda de todos los partidos fue vandalizada, retirada y posteriormente incendiada; sorprendimos varios integrantes de los partidos difundiendo su propaganda, los encaramos, cuestionamos y también les arrebatamos su material.

A diferencia de la partidocracia no medimos el éxito con base en encuestas de opinión pública o la cantidad de papeletas. No buscamos promocionarnos como una solución a las fallas del capitalismo. No buscamos reclutar. No queremos tomar el poder. Tampoco ofrecemos promesas. Nosotros no representamos a nadie.

Tenemos la intención de difundir el mensaje del odio de clases y la resistencia colectiva a los golpes de los patrones, sus líderes políticos y la forma en la cual han convertido en mercancía nuestra vida.

Deseamos la aniquilación total del capital y el Estado.

Luchando por nosotros.