Representación General de Bienes Comunales de Milpa Alta y Pueblos Anexos (RGBCMAPA)
En un operativo comunitario llevado a cabo la madrugada del 31 de enero en la caseta “Capulín”, paraje “Zoquiac”, de los montes de la comunidad de Milpa Alta, se capturó a tres talamontes de los que, se informa, dos son de origen michoacano y un tercero es del pueblo de Santa Ana Tlacotenco, además, un cuarto talamonte se dio a la fuga. El operativo estuvo coordinado por la Representación General de Bienes Comunales de Milpa Alta y Pueblos Anexos (RGBCMAPA) y las brigadas comunitarias de conservación y vigilancia ambiental, quienes estuvieron en guardia desde la noche del 30 de enero.
Las brigadas “Comunal C.O.M.A.”, “Comunal Villa Milpa Alta”, “Ocelotl”, “Tleyotl”, “Mixtiani”, “Acuexcómatl”, “Comunal Atocpan”, “Comunal Tlalcoyotes”, “Comunal Xaltepec-Silcuayo”, “Comunal Zoquiac”, “Vigilancia Los Coyotes”, “Comunal Ocoxtláhuac”, “Comunal Tequimichi” y “Conservación y vigilancia ACCE-MA 1, 2, 3 y 4” comenzaron a reunirse desde las 9 de la noche del 30 de enero. Ante el aviso de la brigada “Vigilancia Comunal Tecuani”, los brigadistas, que eran alrededor de 150, se presentaron en el paraje “Zoquiac”, en donde cerca de la 1:10 de la madruga detuvieron una camioneta en la que cuatro individuos llevaban 9.6 metros cúbicos de madera verde en rollo, árboles de aproximadamente 80 años que aún lloraban trementina.
Cerca de las 2:30 de la madrugada tres de los talamontes fueron trasladados al Ministerio Público MIL-1 ubicado en Villa Milpa Alta. Ahí las autoridades ministeriales pidieron a las autoridades comunales y a los brigadistas que por su propia cuenta trasladaran a los talamontes a las oficinas de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (PGJCDMX), el “Búnker”. Ante la negativa del Ministerio Público de levantar ahí mismo el acta y tomar la declaración de los detenidos, los brigadistas y comuneros exigieron que se iniciara el procedimiento penal y permanecieron vigilantes en las afueras del MP hasta las 9 de la mañana del 31 de enero, hora en la que se les informó que, tras rendir su declaración, los detenidos serían trasladados a la PGJCDMX por parte de la autoridad ministerial. La camioneta en la que los talamontes trasportaban los rollos de madera verde quedó asegurada en el Ministerio Público MIL-2, ubicado en San Antonio Tecómitl.
De acuerdo con uno de los brigadistas que estuvieron presentes en el operativo, hechos como este son “un triunfo de la comunidad”, pues quedó demostrado que “no se requiere montar mega-operativos con autoridades que no sirven para nada. Si la comunidad se organiza, lo logra”.
El problema de la tala clandestina en Milpa Alta tiene su origen en Marzo de 2016 cuando se suscitaron fuertes vientos en la zona boscosa de esta comunidad que derribaron 661 árboles y descoparon 4 mil 383, lo que implicó al menos 13 mil metros cúbicos de material forestal afectado. Para agosto de 2016 la RGBCMAPA solicitó apoyo a la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) y a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) para hacer el retiro ordenado de los árboles derribados, sin embargo ambas instituciones mostraron apatía respecto a la petición de la Comunidad, generando que grupos de comuneros, principalmente de Santa Ana Tlacotenco y San Pablo Oztotepec, comenzaran a retirar de manera furtiva el material derribado, lo que pronto derivó en un problema de tala clandestina de árboles vivos.
Dicha situación fue denunciada por las brigadas comunitarias y la Representación General de Bienes Comunales de Milpa Alta ante las instancias correspondientes, lo que obligó la realización de dos operativos coordinados por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) en los meses de mayo y julio de 2017. No obstante, poco después de los llamativos operativos, los aserraderos clandestinos volvieron a operar y continuó la tala ilegal, dejando en los pueblos la perspectiva de que los operativos por parte del gobierno no terminan de fondo con el problema de la tala clandestina.
Durante todo 2017, las brigadas comunitarias y la Representación Comunal continuaron exigiendo a las autoridades correspondientes la realización de acciones para detener la tala clandestina y en octubre de 2017 se elaboró, en conjunto con las Brigadas Comunitarias “Tecuani”, “Ocelotl”, “Mixtiani”, “Coyotes”, “Villa Milpa Alta” y “ACCE Milpa Alta”, así como las Representaciones Auxiliares de Santa Ana Tlacotenco y de San Lorenzo Tlacoyucan, un “Plan comunitario de combate a los delitos ambientales” que contemplaba acciones en las que participarían brigadas comunitarias, comuneros de Milpa Alta y gendarmería. Pese a la exigencia de que este “Plan comunitario” se pusiera en marcha, las autoridades ambientales con facultades para frenar el problema no actuaron como debieron, por lo que las brigadas comunitarias y los originarios de Milpa Alta comenzaron a organizarse para dar una salida comunitaria al problema.
En enero de 2018 surgió un acuerdo por parte de todas las brigadas de conservación y vigilancia de la comunidad de enfrentar el problema de manera comunitaria. Estos acuerdos realizados al interior la comunidad dan hoy su primer resultado, demostrando que solamente los pueblos originarios pueden, mediante la búsqueda de consensos, la unión y la organización, frenar los problemas que enfrentan, esto ante la apatía de las autoridades de los tres niveles de gobierno. “La Comunidad Milpa Alta ha demostrado que tiene capacidad de resolver sus problemas siempre que caminemos unidos y organizados”, comenta don Julián Flores Aguilar, Representante General de Bienes Comunales de Milpa Alta y Pueblos Anexos.
Comisión de Medios.
La defensa de nuestra tierra es la defensa de nuestra cultura.
Enero de 2018.
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