Ammi Stephani
“Quieren apropiarse de la existencia del individuo, convirtiéndolo así en un Ente sin opinión sobre las políticas públicas de la construcción, en un Ente sin opinión respecto a la determinación de su propia vida”
–Alguna vecina inconforme.
El proyecto del Corredor Cultural Chapultepec , desde que fue anunciado el 19 de Mayo del 2014, se ha jactado de ser “un nuevo espacio público de calidad para el encuentro y la convivencia”, sin embargo, los diferentes análisis arquitectónicos y sociológicos han hecho constatar que su elaboración es ineficaz en cuanto a la estructura de su construcción- al carecer de planeación urbana- y perjudicial para la mayoría de los habitantes de la zona, pues, no es este sino otro medio del sistema -capital para fortalecer su metrópoli, afirmando así mediante al aparente “desarrollo urbano” que existe de por medio un interés meramente comercial por parte de la clase dominante y el Estado, interés que dista mucho de las necesidades reales de la población en general.
El Corredor Cultural –o, mejor dicho, Corredor Comercial- no es sino la privatización de avenidas importantes en manos de grandes inversionistas, es decir, un espacio público construido con dinero privado, por una parte y, por otra, financiado por los habitantes de esta ciudad, pues, pese a que según las afirmaciones de Miguel Ángel Mancera, no se utilizarán impuestos para la elaboración de este proyecto, el terreno sobre el cual será realizado tiene un valor aproximado de $2,450, 000, 000, equivalente al 72% de la inversión, siendo así, los capitalistas que inviertan en el proyecto sólo pondrán el otro 28%, pero precisamente serán ellos quienes obtengan el 95% de ganancias cuando el Corredor comience a generarlas.
Como se ha mencionado al inicio de este artículo, la falta de planeación urbana conlleva incluso un gran riesgo para la población en general, pues la zona en donde pretende realizarse dicho Corredor es de alto riesgo sísmico, tiene un subsuelo fangoso y además, con su elaboración afectará al entorno ecológico, económico y, sobre todo, patrimonial, pues este no es sino otro intento del Estado mexicano de privatizar los barrios, “elitizarlos”, eliminando a las familias que los habitan y construyendo sobre sus viviendas megaproyectos de beneficio burgués, disfrazando todo este proceso como “progreso”, “avance” o “crecimiento” urbano, cuando en realidad se trata de un proceso de gentrificación [1].
Aunque Simón Levy afirme que una de las pretensiones primordiales de esta iniciativa es erradicar el caos público de las vialidades, la realidad es que este proyecto sólo logrará una cosa: un mayor fortalecimiento comercial de la gran burguesía que ya es económicamente fuerte y la exclusión de aquellos que no caben en el estereotipo de “consumidor” [2]. Dicho de otro modo, el objetivo primero es mantener el status quo, que significa la conservación de la jerarquía social del capitalismo mediante la construcción de estas estructuras urbanas, donde una clase conserva sus privilegios y goza a partir de la explotación de la otra [3].
Sin embargo, el ya mencionado director de la Agencia de Promoción de Inversiones y Desarrollo para la Ciudad de México (ProCDMX), Simón Levy, en conjunto con el Gobierno del Distrito Federal, han intentado disfrazar su desinterés por la opinión y el bienestar de los vecinos realizando una “Consulta Ciudadana”, la cual, solamente tendrá la función de permitirle a la población “opinar” sobre el proyecto, aunque en realidad ésta no repercuta, pues, en palabras del señor Levy “No se abre la posibilidad de que el proyecto se frene, el proyecto se realizará con la participación de los vecinos”. Lo agobiante, es que el mismo Instituto Electoral del DF (IEDF) –institución que se encarga de dicha consulta- favorece de manera evidente la propuesta del Corredor Chapultepec, e incluso designó a Levy como uno de los miembros del equipo a favor del CCC lo cual ha confundido a la población desinformada que cae constantemente en el engaño del Estado.
Ante dicho fenómeno la organización barrial entre vecinos no se ha hecho esperar, y desde que se dio a conocer esta propuesta, la distribución de propaganda, las asambleas organizativas y la constante agitación mediante protestas en contra del Corredor Cultural Chapultepec han sido constantes, por ello, el 5 de Diciembre 2015 a las 11:00 hrs. vecinos organizados marcharan de los Arcos de Sevilla en Av. Chapultepec al Ángel, para demostrar desde las calles que la resistencia no cesará.
[1] Término proveniente del inglés gentry (burgués).
[2] Grabinskyi, Alan, Corredor Cultural Chapultepec: No es Urbanismo, es Branding. Consultado el 01 de Diciembre, 2015. En línea en:
[3] Cortés, José Miguel. 2010. La Ciudad Cautiva. Madrid. Ediciones Akal; citado en La Metrópolis del Capitalismo: Una Aproximación Histórica a las Ciudades como Forma de Opresión.
Publicado el 03 de Diciembre de 2015 en:
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