Ruptura Colectiva (RC)
El cambio social no llegará con el roce de un pétalo de rosa. El aumento de los precios de la gasolina han provocado intensas protestas en varios estados de México, y en algunas de ellas, se han registrado saqueos en grandes centros comerciales y tiendas departamentales, propiciados en su mayoría por agentes y parásitos infiltrados del Estado, pero a su vez, también se han dado por la rabia espontánea del pueblo trabajador. Ambos casos, son producto de la elevadísima explotación del trabajo que llevan a los primeros a vender su honestidad para cometer actos ilegales y arriesgarse a terminar tras las rejas sólo por unos cuantos pesos, y los segundos, por una necesidad semejantes pero sin la injerencia directa del Estado.
Por la tarde de este jueves 5 de enero, se registró un intento de desalojo a camioneros, organizaciones sociales y pobladores en la localidad de Ixmiquilpan en el estado de Hidalgo, que se encontraban bloqueando la carretera México-Laredo desde tres días antes. Primeramente, un operativo policial fue superado por la cantidad de manifestantes y dos de los policías fueron retenidos para evitar confrontaciones directas entre estos dos sujetos prepotentes y la población, pero tras la llegada de un convoy de más de 100 camionetas, se reforzó el ataque represivo.
Manifestantes comentaron que “les dispararon a matar, algunos recibieron piedrazos en la cabeza (…) algunos fueron perseguidos por adentro de la colonia Dios Padre donde se quemaron patrullas que casi atropellaban a la gente”. Y en efecto, policías antimotines cargaron fusiles y dispararon al aire para disipar la protesta, pero algunos fuera de su juicio, apuntaban directamente a las personas que huyeron por dentro de esta colonia.
En la colonia El Fithzi, la gente reinstaló el bloqueo carretero con piedras y fogatas para aguantar el frío de la noche.
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