Mercan Doğan / Meydan Gazetesi
Trad. Ruptura Colectiva (RC)
¿Has escuchado antes sobre Kuroköy? Es una pequeña ciudad en la región de Nusaybin, ubicada en la provincia turca de Mardin al sur de la frontera con Siria. Es el hogar de la población del territorio de Kurdistán que ha sido forzada a abandonar sus villas después de la oleada de represión sistemática del gobierno turco por el separatismo kurdo de 1995, sin embargo, de una forma lenta la gente ha comenzado a regresar a sus sitios de origen cuando el contexto se estabilizó.
Hoy, los pobladores kurdos están siendo asesinados por el ejército y la policía. Las viviendas de decenas de gentes han sido quemadas a propósito -niños, mujeres y hombres son asesinados o desaparecidos en presencia y de frente a otros pobladores-.
Una operación policial fue anunciada el 11 de febrero de 2017. La masacre sistemática que el Estado ha aplicado en distintas regiones de Kurdistán, especialmente en Suruc y Cizre, comenzó a ser implementada en Koruköy con un intenso contraste de brutalidad. Juso ahora -mientras se escribe este artículo- soldados allanan las viviendas.
Tantos han sido secuestrados y torturados que no se conocen las cifras exactas de cuantas personas internadas por heridas hay en los hospitales, quién se encuentra en custodia militar o quiénes han sido desaparecidos. Varias personas narran que la tortura es terrorífica y que la situación dentro de esos lugares -casas de tortura, cuarteles de la policía y el ejército, regiones inhóspitas y aisladas, etc.- debe entenderse de una forma seria.
Desde esa fecha, se sabe que tres personas fueron asesinadas a la luz pública, más de 40 han sido capturados para entrar bajo custodia, sin embargo, nadie tiene una idea clara del número total de víctimas. El ejército también asesina a los animales de la gente cortándoles el cuello y arrojando sus cadáveres a las calles, por ejemplo, un campesino encontró una de sus vacas en un establo, ahogada en agua o una sustancia química. Es imposible entrar o salir del pueblo, vehículos blindados y máquinas de trabajo se encuentran patrullando día y noche.
Una fotografía de un adulto de edad avanzada torturado por soldados se ha viralizado en Internet. Uno de los agentes del Estado turco se destapó y dijo: “esta persona apoya el terrorismo”.
Como bien sabemos, la situación actual está repleta de dolor y violencia. El hecho de que los distintos sectores sociales sigan en un silencio permanente sobre esto, representa otro factor que evita resolver la problemática.
Hay algo a la sombra de estos debates, que son los partidos políticos y varias ramas del poder, los medios de comunicación convencionales, hablando en las calles y en el campo, y a pesar de eso, todo sigue enterrado en un borlote electoral.
No obstante, lo que sucede no es algo que podamos tragarnos de una: ¡hay una masacre y torturas diarias en el pueblo de Kuroköy!
Artículo en inglés por Meydan Gazetesi:
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