Baia baia. Es súper cómodo -e irresponsable- decir que alguien es tal o cual tipo de persona o qué comete tal o cual acción cuando se encuentra conflictuado por la interpretación e intereses de quienes exponen su versión de los hechos (ya sea desde la tía chismosa que amaraña la información por despecho hasta toda la maquinaria de un Estado y sus instituciones que la tergiversan por el dominio psicológico de sus gobernados). No quiero escucharme negacionista, pero tenemos una nula cultura de la investigación y la comunicación al creer ciegamente en la primera publicación que vemos con un título sensacionalista, jerarquizando su versión si proviene de una “gran empresa de medios”, “una instancia de validez jurídica/oficial” o un “grupo mayoritario”. Lamentablemente, somos campeones en la cultura del paternalismo y la religiosidad de la algarabía de las mayorías. Digo esto por la supuesta vinculación del periodista Gumaro Pérez con cierto cártel delictivo como causa de su asesinato y que muchos se han creído…
¿De qué van las declaraciones de desprestigio a Gumaro? El gobierno de Veracruz presidido por el panista Miguel Ángel Yunes Linares (quien se jactó de que llegando al poder se erradicarían los asesinatos contra periodistas) no vaciló ni un segundo para comunicar a través de la Fiscalía del Estado que “a partir de elementos contundentes que obran en poder de la Fiscalía Especializada en Atención de Denuncias contra Comunicadores, el avance de la investigación iniciada con motivo del deceso de Gumaro Pérez ocurrido en Acayucan, originan la probabilidad de que el hoy occiso formaba parte de un grupo delictivo que opera en el sur del estado” (1).
A todas las mentalidades que han aceptado a manera de violación cognitiva la imposición de esta verdad, seguro les interesará leer lo siguiente.
So… ¿qué intereses preponderan para desprestigiar a Gumaro con la trillada declaración de “estar metido en donde no”? Veamos un poco la genealogía del poder en este caso:
1) La declaración fue vociferada por Jorge Winckler Ortiz, quien además de poseer la titularidad de la Fiscalía, es el abogado personal de la familia Yunes que desde 2015 se encuentra en un “proceso de investigación” por enriquecimiento ilícito (recordemos que el hijo del gobernador, también es alcalde del municipio de Boca del Río). En este jaripeo de intereses económicos, Winckler Ortiz ha incurrido jurídicamente en una violación a la Ley Orgánica de la Fiscalía General del Estado, al impedir el avance en las carpetas de investigación contra los gobernadores.. ¿¡pues como se puede pensar en que hará un trabajo limpio cuando sus clientes son los delincuentes!?
Por tanto, la “alternancia” (que ya vimos sin disfraz del 2000 al 2012 con el régimen panista) buscará cualquier ‘razón’ y método para limpiar el estado de guerra a nivel estatal o nacional.
2) No es la primera vez que Yunes y su séquito abogacional utilizan esta declaración. En conferencia de prensa a inicios de julio de este año, parloteó que los asesinatos contra periodistas son “culpa suya por andar donde no”, expresando que “no vamos a permitir de ninguna forma que escudándose en la calidad de periodistas, sigan colaborando algunos individuos con la delincuencia organizada” (2).
Incluso, una oleada desinformativa atemporal difundida por el diario estadounidense “Kansas City Star” en agosto de este año y replicada por la mass-media mexicana, sirvió de táctica para justificar el asesinato de los periodistas Miguel Ángel López y Yolanda Ordaz -corresponsales del Notiver de Veracruz– durante los meses de junio-julio del 2011, que según el reportaje, trabajaban para el Cártel de Los Zetas. (3)
3) Gumaro Pérez ha sido tratado con esas declaraciones como un ‘don nadie’, pero afortunadamente para su reivindicación tenemos los siguientes datos:
– Llegó a publicar para diversos medios como El Golfo Pacífico, Diario de Acayucan, Liberal de Coatzacoalcos y La Voz del Sur -del cual formó parte de su fundación-.
– Pertenecía a la Asociación de Periodistas Independientes de Acayucan, de la cual sus compañeros afirman que “él tenía 15 años como reportero y siempre se dedicó a temas se seguridad (…) hace cuatro años entró al área de comunicación social del Ayuntamiento Local y ya no se dedicaba al cien por ciento al reportero, sino que lo hacía de manera esporádica”.
– Gumaro contaba con “un mecanismo de protección a periodistas desde 2015 -según informa Ana Laura Pérez, presidenta de la Comisión Estatal de Atención y Promoción de Periodistas- (…) La protección sólo era para coberturas.” (4)
– La nota más reciente publicada por el periodista se encuentra en el medio Golfo Pacífico, data del 27 de octubre de 2016 y se titula “Restablecerá CAEV-Acayucan servicio de agua en el transcurso del día”. (5)
– Otro proyecto laboral en el que colaboró fue en la creación de La Casa de los Periodistas de Acayucan (espacio de compartición gestionado por la Asociación de Periodistas Independientes de Acayucan). En la nota sobre la inauguración de este espacio -igualmente publicada en Golfo Pacífico– se habla de su participación activa
“En Sesión de Cabildo y en presencia de los integrantes de la directiva, entre ellos Virgilio Reyes López (secretario); Esperanza Arias Rodríguez (tesorera); Juan José Barragán Sixto, Marco Fonrougue Mathey y Alicia Bremont López (vocales); al igual que los compañeros Fidel García Clemente y Gumaro Pérez Aguilando, los ediles acayuqueños aprobaron por unanimidad el conceder el área localizada sobre el Paseo Bravo”. (6)
– Por último, la Oficina en México del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos confirmó tener documentos que avalan el trabajo periodístico de Gumaro, específicamente por una serie de amenazas del ex-alcalde priísta Gaspar Gómez Jiménez contra él y el también asesinado periodista Cándido Ríos.
Turn down for what! Con este testimonio colectivo y la información recabada, se contradice de pies a cabeza la versión de la Fiscalía.
4) Algo más ligado a la ética y la simple aprehensión: ¿vamos a tener plena confianza en una Fiscalía que ha ocultado con zaña delitos de lesa humanidad como las más de 310 fosas clandestinas; el tan sonado fraude de los medicamentos para las quimioterapias de niños; las decenas de casas blancas de alcaldes y de ediles de la región; el enriquecimiento de células criminales por el robo de petróleo y combustibles; el desvío de recursos para la especulación de funcionarios, políticos y burócratas; las cientos de desapariciones forzadas; y por supuesto, el asesinato de 40 periodistas en Veracruz en un lapso de tan solo 5 años?
5) Desprestigiar es una táctica inhrente de cualquier Estado-Nación para defender su “legitimidad”, llegando al nivel de la revictimización. Lo vimos en el caso de Lesvy -asesinada en las inmediaciones de Ciudad Universitaria- cuando la PGR dijo que “no era estudiante de la UNAM y consumía estupefacientes”; en el juicio del estudiante colombiano Mateo Gutiérrez acusado de ‘pone-bombas’ por el ridículo hecho de pasar unas vacaciones en Cuba y estudiar sociología; o en el asesinato policial del anarquista Santiago Maldonado en Argentina, secuestrado por gendarmes tras una jornada represiva contra comunidades mapuche que él apoyaba, los medios se encargaron de criminalizarlo tanto a él como a los indígenas por “vandalizar y bloquear las vías de comunicación”.
***
La opinión pública puede llegar a ser tan tiránica como una dictadura. Lo mismo con el ocio, el desinterés, el desquebramiento social. Estoy seguro: esto no se puede quedar así, pronto cambiaremos las cosas desde la raíz.
(1) “Gumaro Pérez fue asesinado por trabajar para el narco: Fiscalía”, Noticias en la mira, 20 de diciembre 2017. ()
(2) “Supuestos periodistas colaboran con el narco, acusa Yunes Linares”, El Sol de México, 2 de julio de 2017. ()
(3) “Periodistas mexicanos trabajan para el narco; acusa diario de EU”, La Policíaca, 17 de agosto del 2017. ()
(4) “Gumaro Pérez Aguilando: asesinado el duodécimo periodista en lo que va del año en México” por Zorayda Gallegos, El País – Internacional, 20 de diciembre de 2017. ()
(5) Léase en línea en:
(6) “Funcionará en Acayucan la Casa de los Periodistas”, Golfo Pacífico, 29 de agosto de 2017. ()
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