Silos de agua (la ciencia renovable como arma del bienestar)

Paulina R.

En la ávida necesidad de denunciar la inepta funcionalidad del Estado en cuanto a la creación de las tecnologías nacionales, ponemos en las manos del lector las pruebas contundentes que afirman por sí mismas el anterior enunciando, para esclarecer lo dicho, expondré el caso de Sergio Jesús Rico Velasco, egresado del Instituto Politécnico Nacional; alumno de excelencia en la Escuela Superior de Ingeniería Química e Industrias Extractivas (ESIQIE), estudió Ingeniera Química Industrial. En el 2001 ganó el Premio de Ecología y Ambiente otorgado por la fundación Miguel Alemán. El ingeniero es el inventor de lo que se conoce como “lluvia sólida”, aunque en su autoría él lo denomina como “silos de agua”.

Este gran avance tecnológico consiste en el empleo del polímero llamado poliacrilato de potasio; las moléculas del agua se adhieren a éste gelatinizándola, dando un paso enorme en la irriga- ción del cultivo, es decir, que con su uso el agua de lluvia que cae a la tierra… ¡se solidifica!, como él lo menciona: “Todos los sistemas de riego que se han inventado hasta la fecha funcionan con agua líquida (1) pero esta tecnología nos llevaría al cambio que revoluciona la agricultura, al reducir los costos que conlleva el riego, fertilizantes, sistemas de bombeo, energía eléctrica y mantenimientos; además, logramos incrementar la productividad del campo hasta un 300%” (2).

Hay que tomar en cuenta también la facilidad de uso de éste polímero, ya que se trata aquí de un polvo parecido a la sal o azúcar que se coloca al nivel de la raíz, cuando llueve, éste se gelatiniza o encapsula permitiendo que la planta absorba el agua cuando lo requiera sin depender de las precipitaciones, lo cual favorece la agricultura en zonas áridas y en temporada de sequía, pues recuérdese que no hablamos de lo mismo, pues la aridez es una condición permanente del clima, es decir, de pocas lluvias la mayoría del tiempo, a diferencia de la sequía que puede ocurrir en alguna región con cualquier clima, y consiste en falta de precipitaciones por un tiempo prolongado pero no permanente. Además de todo lo anterior, el invento de Sergio es un gran protector del medio ambiente tan devastado por el entorno y la producción capitalista, ya que ahorra cantidades muy bastas de agua, analicémoslo un poco con estos datos: por cada kilo del poliacrilato de potasio se solidifican 500 litros de agua y para un sembradío de plantas (ejem. las palmeras de coco en la India) necesitan de irrigación 80 litros cada semana, pero gracias a la gelatinización del agua solo se necesitan 50 litros cada tres meses, por ende el uso del agua se disminuye visiblemente y no se necesita ser un gran matemático para concretar su efectividad. Ya para el 2005, el invento de Sergio estaba siendo probado empíricamente en el ejido de “Agua Hedionda” en Jalisco, donde además del ahorro de agua y demás, se percibió un respetable incremento en el cultivo, en este caso sobre el maíz, pues se obtenían 600 kg por hectárea y gracias al uso de los silos de agua se obtuvieron 10 toneladas por hectárea.

Creo que con todo lo dicho, puedes lector, vislumbrar lo trascendental del invento del ingeniero, y si recuerdas denuncié previamente la indiferencia de las instancias estatales. ¿Qué tienen que ver estos dos puntos?, tengamos en cuenta que Sergio es mexicano y en base a las promesas democráticas, el gobierno mexicano debería impulsarlo, sin embargo nos encontramos con una deplorable actitud por parte de éste, ya que el científico acudió a la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural Pesca y Alimentación (SAGARPA), al frente de esta, los secretarios Francisco Mayorga Castañeda (2005 – 2006) Alberto Cárdenas Jiménez (2006 – 2009) Francisco Mayorga Castañeda (2009 – 2012) Enrique Martínez y Martínez (2012 -) se encargaron de ignorarlo. Así mismo, acudió a la Comisión Nacional del Agua (Conagua), actualmente a cargo de Roberto Ramírez de la Parra, aunque es necesario mencionar que fue Cristóbal Jaime Jáquez quien estaba a la cabeza cuando Sergio puso en práctica su proyecto en Jalisco. En otro fallido intento, también acudió a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) dirigida por el actual procurador Guillermo Haro Bélchez. A pesar de haber presentado su extraordinario proyecto se encontró con una somera y burocrática actitud por parte de estas nefastas instituciones estatuarias, las cuales solo deseándole suerte le dieron la espalda junto con todo el Gobierno mexicano que se negó a impulsarlo; y es menester recordar también que el invento de Sergio tuvo éxito en 11 países y fue nominado al Premio Mundial del Agua 2012 por la SIWI (Stockholm Internacional Water Institute) en Estocolmo, Suecia. So pena del fantástico invento y del reconocimiento mundial, el Estado mexicano ha sido incapaz de valorar el trabajo de Sergio, producto de su destacado intelecto limitando su crecimiento como individuo, de esta forma se evidencia una vez más la aletargada funcionalidad de la “persuasividad del progreso”, así como su innecesaria existencia que a base de sus fatídicas instituciones han desplegado y minimizado el invento de Sergio, pero lo que es peor e igualmente evidente, no se trata de una sola mente brillante que es limitada por el Estado, si no que este fenómeno está inmerso en toda la sociedad, la existencia parasitaria de todo el régimen Estatal solo propicia la esclavitud del ser humano. Mediante la coerción evita el crecimiento y la creatividad, la deja inerme e inerte formando parte de una masa que es inservible por sí misma, esa es la mayor razón por la cual el caso de Sergio no tuvo trascendencia, -como tuvo que haber sido-.

Como libertarios denunciamos lo nada pragmático que resulta el Estado o cualquier forma de autoridad en relación con la evolución científica, pruebas de ello sobran solo bastaría observar nuestro proceder para darse cuenta de ello, así que es redundante mencionarlo, lo que si dejaré en claro es que menester de los libertarios y demás militantes políticos darle la importancia y difusión a estos grandes avances, pero más que algo: ¡SOCIALIZAR LA CIENCIA COMO UN ARMA DEL BIENESTAR!

(Publicado en  el Periódico La Revuelta Epistémica, No. 2, Año 1, Mayo-Junio, 2015, p. 10)


(1) Su invento es a base de un sólido, N.A.

(2) En línea en: http://www.cyd.conacyt.gob.mx/2 63/articulos/productos-de-la-ciencia.html

Publicado el 27 de Mayo de 2015 en:

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