Complejización del espacio social: La producción del espacio en Henri Lefebvre

Image31

Samuel Ramírez

Sin duda alguna, el aporte de Lefebvre a la sociología urbana, viene dado específicamente por sus reflexiones sobre el espacio social y su producción, aunque tampoco es innegable que su nombre no es replicado en las escuelas de sociología, al menos en Chile, sin embargo es mucho mas nombrado en la geografía y en la arquitectura.

Lefebvre, fue filósofo y sociólogo, de nacionalidad francés, durante los levantamientos en París en 1968, no solo fue testigo sino que además, desde su tribuna académica como jefe del Instituto de Sociología en la Universidad de Nanterre, y en donde también participaban importantes sociólogos como Touraine y Castells, aporto con su mas revolucionaria obra La Production de l’espace,publicada en 1974, según Edwards Soja (2008) “Allí se establecían, de un modo más claro… los fundamentos para una drástica recuperación de la especificidad espacial del urbanismo en tanto objeto teórico, así como también en tanto contexto problemático de una conciencia emergente para la acción política progresista” lo cual sin duda alguna fue una especie de retroalimentación entre el contexto social de la época y los conocimientos del sociólogo que dan a luz esta importante, pero a veces descuidada obra del estudio del espacio.

Al hablar de producción del espacio, ya suena raro “todavía es muy grande la oscilación sostenida por la idea de que el espacio es anterior a cualquier cosa que termine llenándolo” (Lefebvre, 1991), la representación que tenemos del espacio por lo general es abstracta y absoluta, y por lo tanto prácticamente imposible que sea producido, pero lo que Lefebvre nos muestra es que las actual sociedad con su respectivo modo de producción y de relaciones de producción ha pasado de producir objetos en el espacio a producir el espacio mismo.

Su aporte no solo es desde la filosofía, sino que también sociológicamente analiza el espacio, y aquí radica la importancia de sus aportes para el actual trabajo, ya que el espacio social no existiría sin la compleja situación de interrelaciones sociales que lo producen y reproducen a la vez sobre el espacio. Por lo tanto estamos hablando de un espacio a la vez real y concreto “en el sentido que concreta abstracciones tal como la mercancía y el dinero” (Lefebvre, 1991).

Según Lefebvre todas las sociedades producen su espacio (1991), de esto no hay duda, y por lo tanto la diferencia estaría en el cómo, las formas en que cada sociedad a través del tiempo han producido su propio espacio, para estas diferencias, Henri L. asume a cada sociedad caracterizada y definida por su modo de producción, desde el materialismo histórico, en donde mas adelante presentaré algunos ejemplos que da el autor desde la interpretación historicista del espacio social.

 Para continuar es necesario describir y acercarnos a los conceptos básicos, tales como producción y espacio, en cuanto al primero, “el método propuesto se basa  precisamente en una noción universal, en un universal concreto: el concepto de producción” Belttin (1982) recalca la connotación universal del término, en donde se da por sentado que deben existir fuerzas anteriores al producto. Lefebvre hace referencia a una doble semántica del término, mencionando a Marx por una parte, quien hace uso dela palabra para referirse principalmente a la producción de objetos o cosas, mientras por otra parte el filosofo Hegel, lo relaciona con la producción de ideas, “si se examina este concepto en Hegel y en Marx, se ve que el concepto de desdobla, de un lado hay producción de productos: las cosas, los bienes, las mercancías, y del otro lado la producción de las obras, las ideas, los conocimientos, las ideologías e incluso las instituciones y las obras de arte” (Lefebvre, 1974). Lo que Lefebvre propone en síntesis es que si bien las fuerzas de producción siguen siendo las mismas, dentro de una sociedad capitalista, ya no solo se producen objetos que ocupan el espacio sino que éste también puede ser producido por estas fuerzas y relaciones de producción.

El segundo concepto, el espacio, es mucho mas complejo, porque no solo se ocupa, sino que la novedad, como dije anteriormente se encuentra en que es en la sociedad actual puede ser un producto de las mismas fuerzas de producción. Este espacio social, ha perdido su condición de mero contenedor residual, según Belttin comentando a Lefebvre dice que (1982) “el espacio adopta el valor de cambio; el espacio se convierte en mercancía intercambiable, como todas las demás”, y  por supuesto, es la principal critica y observación que hace Henri L. a las nuevas formas de consumo que se ven en las sociedades capitalistas, en donde el espacio es parte del consumo colectivo, y por lo tanto se convierte en una mega mercancía.

Sin embargo, el espacio social se limita solo a una función utilitaria o en forma de mercancía transable en el mercado inmobiliario, sino que se complejiza en el análisis dialectico que hace de él, en donde el mismo reconoce el obstáculo que significa que la relación dialéctica este compuesta por tres elementos, o sea una triada, o los tres momentos del espacio social.

Una triada conceptual ha surgido ahora de nuestro debate, una triada a la que regresaremos una y otra vez” (Lefebvre, 1991), estos tres elementos servirán para poder analizar la composición del espacio social, el primero de ellos La Práctica Espacial o lo percibido, “esta encarna una asociación cercana… entre la realidad cotidiana (rutina diaria) y la realidad urbana (las rutas y redes que conectan los lugares reservados para el trabajo, la vida privada y el ocio)”,  en otras palabras, este momento es lo que podemos experimentar mediante los sentidos, lo visual, el tacto etc., al relacionarnos cotidianamente con los objetos y flujos que percibimos cada día, como el caminar por las calles, ver u ocupar las casas, los edificios, etc.

El segundo elemento es llamado Representaciones del Espacio o lo concebido, este es el espacio dominante en cualquier sociedad, es el espacio del conocimiento convenido, el de la ciencia, y de todos aquellos que tienen el rol de diseñar y distribuir los espacios urbanos, como urbanistas, proyectistas, arquitectos y tecnócratas, su dominio se da principalmente a través del discurso, ya que gozan de legitimidad. En este espacio la ideología es clave, ya que ésta solo “consigue consistencia al intervenir en el espacio social y en su producción” (Lefebvre, 1991), como ejemplo de esta implicación espacial de la ideología Lefebvre hace mención de la ideología cristiana, y en como creo los espacios necesarios para que esta perdure en el tiempo, como templos, lugares de peregrinación, estilos de vida, teología, discursos, etc.

Este elemento ideológico del espacio, representa la hegemonía de los grupos dominantes, desde donde se imponen el orden y el control sobre el espacio a través de los discurso de Henri: “las representaciones del espacio son ciertamente abstractas, pero también juegan su papel en la práctica social y política: las relaciones establecidas entre objetos y las  personas en el espacio representado se subordinan a una lógica que más tarde o mas temprano las desgarrará debido a su falta de consistencia ” (Lefebvre, 1991).

Y si hay un espacio dominante, entonces existe uno dominado, este es el llamado Espacios de Representación el  espacio es vivido directamente a través  de sus imágenes y símbolos asociados, y por consiguiente, el espacio de habitantes y usuarios” (Lefebvre, 1991), son estos lo que viven el espacio, quienes se someten pasivamente a las representaciones del espacio, sin embargo al mismo tiempo abre la posibilidad a la emergencia de contraculturas y oposiciones a la hegemonía en el espacio, lo que confirma y reproduce la lucha en y por el espacio social. Sus orígenes están en la historia tanto individual como colectiva, en cómo interpretan y dan significados a los objetos, este espacio es esencialmente cualitativo según Lefebvre.

 Pues bien, podría seguir describiendo cada uno de los elementos de esta triada espacial, pero como adelanté unos párrafos atrás presentaré un ejemplo de la forma en que se analiza el espacio social a través de esta triada, identificando cada elemento y de su compleja interrelación.  En cuanto a la Edad Media, y a modo de ejemplo, Lefebvre (1991) describe su espacio social de la siguiente manera:

 “la práctica social abarcó no sólo la red de caminos locales cercana a las comunidades de campesinos, monasterios y castillos, sino también las vías principales entre las ciudades y las rutas de peregrinos y cruzados. En cuanto a las representaciones del espacio, estas se tomaron prestadas de las concepciones aristotélicas y ptolomeicas, luego modificadas por la Cristiandad: la Tierra, el mundo clandestino y el Cosmos luminoso […] Una esfera fija dentro de un espacio finito, diametralmente dividido en dos por la superficie de la Tierra; debajo de esta superficie las llamas del Infierno; encima, en la mitad superior de la esfera, el Firmamento […] y un espacio entrecruzado por mensajes y mensajeros divinos y llenos de radiante Gloria de la Trinidad. Esta es la concepción de espacio que se encuentra en Tomás de Aquino. Los espacios de representación, por su parte, determinaron los centros de una vecindad: la iglesia del pueblo, el cementerio, la sala y los campos, o la plaza y el campanario de una iglesia”.

En síntesis, la complejización del espacio social, no puede significar solo el reconocer nominalmente el aumento de las variables que implican el estudio de un fenómeno urbano o socioespacial, mas significa el asumir una epistemología y enfoque complejo en el sentido de que el fenómeno, tal como promovía Lefebvre, no puede ser degsaregado y divido en varias partes (o disciplinas), practica habitual en las ciencias sociales, mas bien de ser estudiado como un todo, en donde el espacio es una triada de dimensiones interrelacionadas entre si, y en donde la producción espacial tiene como característica principal las relaciones entre los sujetos que son contenidos en él y a su vez lo producen, mecanismo que permite la emergencia  del espacio social.

 (Octubre, 2012) “Complejización del Espacio Social. La Producción del Espacio en Lefebvre”. Revista El Topo, Revista de Sociología Cultural y Urbana.


Bibliografía

Belttin, G. (1982). Los sociologos de la ciudad. Barcelona: Gustavo Gili, S.A.

Lefebvre, H. (1974). La producción del espacio. Recuperado el 23 de noviembre de 2011, de Revista de Sociologia: http://es.scribd.com/doc/47404221/Lefebvre-Henri-La-produccion-del-espacio.

Lefebvre, H. (1991). The production of space. Plan of the present work. En D. Nicholson-Smith. Oxford: Blackwell Ltd.

Soja, E. W. (2008). Postmetropolis. Estudios críticos sobre las ciudades y las regiones. (V. Hendel, & M. Cifuentes, Trads.) Madrid: Traficante de sueños.

1,956 total views, 5 views today

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.