Democracia directa V.S. Democracia capitalista (o de que la asamblea es el arma popular más fuerte)

Extraído de: Secretaría de Formación – CNT, Catalunya

“¿Cómo Funcionan los Congresos de la CNT?”,

en Cuaderno de Formación Nº 7 (1984)

ANTECEDENTES HISTÓRICOS

I: LA DEMOCRACIA COMO CONVIVENCIA EN LAS PRIMERAS SOCIEDADES

La democracia tal como fue practicada en la antigüedad era una mecánica política en la que siempre iban unidas la soberanía de decisión y de ejercicio, es decir, una Asamblea se reconocía a sí misma libre para decidir sobre todo aquello que le concernía o interesaba, para posteriormente pasar a una ejecución de sus decisiones, cosa que realizaba ella misma o a través de delegaciones cuya única función era cumplir las determinaciones de la Asamblea. Las sociedades tribales funcionaron según éstos principios de democracia y autonomía, que no obstante tenían el inconveniente de ser útiles sólo al grupo aislado (los tiranos); los conflictos se sucedían en la medida que la capacidad de decisión de estos interfería y mermaba la de otros grupos.

El hallazgo de la articulación federalista no sólo permitió superar el escollo sino el dar un extraordinario salto adelante, civilizador de la especie; sólo a través de la seguridad que dio a los grupos el pacto federal, se explica que las tribus cazadoras y aisladas de las montañas, olvidando su desconfianza, bajaran a las llanuras e iniciasen las ingentes tareas de irrigación con que se inició la gran revolución neolítica. Lo que a cada grupo concierne lo resuelve sin pedir permiso a nadie; lo que afecta a otros no puede ser resuelto sin un precio acordado entre todas las partes interesadas; cada grupo enviará delegados, que, con los delegados de otros grupos, contrastarán opiniones y acuerdos de sus respectivas asambleas, resolverán y acordarán ejecutar estos comúnmente. Había nacido la solidaridad y el apoyo mutuo como norma de convivencia intra-específica, el edificio político de la democracia directa podía considerar acabado, y desde luego, muchísimo tiempo antes de que aparecieron los códigos y las leyes de los grandes imperios de la Edad Bronce.

Es curioso constatar que la cuna de la civilización occidental, la Grecia clásica, recogió esta tradición popular y funcionó políticamente hablando según al dinámica federalista de la democracia directa.

II: EL MITO DE LA REPRESENTACIÓN Y EL SUFRAGIO EFECTIVO:

DE LA REVOLUCIÓN FRANCESA AL MOVIMIENTO OBRERO

Mucho tiempo después, en un momento de gran efervescencia socio-política alderedor de la democracia, se va a iniciar un confusionismo que va a llegar hasta nosotros mismos, evidentemente la burguesía capitalista, que intenta alzarse como clase dirigente durante la Revolución Francesa, va a afirmar que estos modelos “antiguos” de democracia no son útiles; el pueblo debe de participar en la democracia exclusivamente para escoger a sus representantes, estos, puesto que son los mejores si tienen capacidad política y de gobierno. La burguesía reproduciría de esta forma los principios aristocráticos contra los cuales decía “luchar”. Había nacido la Democracia Representativa, es decir, un sistema político que, atribuyendo de modo inconcreto la soberanía al pueblo, entregaba la capacidad de decisión y de ejercicio a la figura del “representante” (diputado, senador, etc.); las funciones democráticas del pueblo quedaban reducidas a elegir de tiempo en tiempo a sis representantes, individuos carismáticos, que decidirían y gobernarían en su nombre.

En la práctica, lo que los pueblos entendían cuando se les ‘discurseaba’ hablándoles de su soberanía era algo más que elegir a unos señores cada cuatro o cinco años; era que ellos podían decidir y ejecutar sus decisiones como por ejemplo hacían los ciudadanos atenienses. Fue preciso una represión sistemática a la vez que una ininterrumpida campaña que aún prosigue, para convencer a los trabajadores de los inútiles que son políticamente hablando, para que abandonasen sus pretensiones de aplicar la democracia directa. Los intelectuales se aplicaron intensamente en presentar el sistema representativo, que convenía a la burguesía, como el único modelo democrático, válido. Las bibliotecas de las universidades están llenas de tratados y teorías sobre dicho sistema sin apenas referencia a la democracia directa, de esta forma tan pueril los muy ilusos argumentan que esta no existe.

En fin, la democracia representativa que alumbraron los proletarios parisienses en los albores de la Revolución Francesa, se ha restringido como práctica política a sectores sociales minoritarios, ni tan siquiera podemos decir que es la práctica habitual del Movimiento Obrero, puesto que la preponderancia desde el fin de la II Guerra Mundial de los partidos autoritarios y las centrales sindicales reformistas, correas de transmisión de aquellos, ha sido un vehículo de introducción de la democracia representativa, de los señuelos políticos burgueses, en el seno de la clase obrera, el asunto de las elecciones sindicales (claro ejemplo de sistema representativo) es el elemento suficientemente demostrativo al respecto.

Sólo los sectores obreros más radicales, y en concreto en el movimiento libertario de masas, podemos decir que democracia obrera es igual a democracia directa, y quizá empleando términos más al uso es Autogestión Sindical.

UN ESQUEMA CONCEPTUAL:

¡A CONSTRUIR NUESTRA DEMOCRACIA!

781 total views, 3 views today

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.