“La democracia es también una tiranía”.

“#FueLaGendarmería” y “#FueElEstado” son los hashtags que resumen el caso que se ha posado en los espectaculares de la política argentina en este último mes. Y es que la situación me conmueve tanto que el título solito se metamorfosea en pregunta sin intervención alguna: ¿es necesario pasar tan malos momentos para percatarnos de las características tiránicas de la democracia global en oposición a la sociedad civil?

Tras la desaparición forzada de Santiago Andrés Maldonado, un joven libertario de 28 años a manos de la Gendarmería Nacional el pasado 1° de agosto, el punto de atención en los medios de Argentina se dirige nuevamente hacia la cuestión del pueblo mapuche y sobre qué tan ‘progresista’ es el país en temática de derechos humanos.

La ancestralidad no necesita su imperio, su colonia ni su democracia

El asunto indígena y de los pueblos originarios no es necesariamente un debate en torno a la inclusión como es entendida por la democracia “pluricultural” [1], sino que, todos los esfuerzos y solidaridades –como este texto- habrán de orientarse a practicar el respeto a la forma de desenvolverse socialmente de estos. No es que sea del todo lógico, por ejemplo, intentar ser incluyente con un pueblo que se percibe en un dualismo inseparable con la naturaleza y la tierra, en aras de sumarlo a una sociedad que día con día la depreda con su competitivo autoconsumo y polución ambiental. ¿O sí?

Los y las mapuche en defensa del Wallmapu (en la lengua mapundungun, “la tierra circundante” y que carece de propietarios, por cierto) han logrado mantener una insumisión constante desde el siglo XV; primero, ante el Imperio Inca, la Colonia española, los procesos de pacificación al independizarse Argentina y Chile como estados soberanos a mediados del XIX, y actualmente, superando los mecanismos de simulación en torno a su “participación” política nacional y el muro que la misma democracia les está imponiendo en sus tierras, pues a pesar de que hay un tan cacareado “Artículo 75°” –que reconoce la preexistencia étnica y cultural mapuche- y un “Convenio 169 de la OIT”, todo queda en el escritorio.

No es de que la ancestralidad esté allí enfrente de ese muro civilidad-pueblo construido por la historia de bronce, esperando a cruzarlo o pretendiendo derribarlo. Al contrario de quienes ostentan el poder, el pueblo no está ahí para imponer condiciones sistemáticas de vida y organización a quien se le cruce por el camino. El pueblo no es quien le está pagando a las compañías constructoras o delimitando las fronteras, sino que está aberturando una grieta para que aquella sociedad dormida pueda ver lo que en verdad son. “Si dices que no hay nada del otro lado, ¿para qué quieres hacerle una grieta al muro?” –Para mirar-, responde la zapatista, el zapatista, sin dejar de arañar [2].

Los pueblos sólo quieren ser los pueblos que son.

El exterminio no sólo es Benetton, sino todo un sistema (así como no son sólo propiedades, sino toda una historia)

El recrudecimiento de la represión al Puel Mapu (la región oriente del Wallmapu, con un gran porcentaje territorial en el país argentino) tuvo un fuerte impacto mediático tras una serie de artículos y videos que dialectizan el conflicto que se vive en el departamento de Cushamen desde marzo de 2015, momento en el que se inició la recuperación territorial por varias familias en el denominado Pu Lof en Resistencia de Cushamen, instalando campamentos de vigilancia y sembrando su soberanía alimentaria en tierras fértiles.

“-¿Dialectizar?, ¿a qué te refieres con eso?-”, voy a que se percibe el tópico –siempre, tras la represión- como si sólo se tratase de una disputa entre una compañía transnacional y un pueblo indígena, cuando es en realidad –y paradójicamente- todo un sistema conformado por la clase política, los grandes hacendados y hasta nosotros mismos, el que le hace una guerra por distintos frentes a la supervivencia del pueblo mapuche y demás comunidades originarias en el mundo. “-¡PARA NADA!, ¡ESO ES CULPA DEL SISTEMA CAPITALISTA!-”, a lo que contestaré que sí, en mayor parte este etnocidio se genera por la guerra en beneficio de los mercados, así como del despojo de los territorios y los recursos naturales, pero al mismo tiempo, pregunto: ¿quién consume lo producido por Benetton en toda la región sur argentina?, ¿quiénes toman a diario la Coca-Cola que hurta millones de litros a comunidades tzeltales y choles en Chiapas?, ¿cuántos han hecho algo –tan siquiera en muestra de autoconciencia- tras los ataques de Turquía-E.E.U.U. en territorios sirios y kurdos?

“Apoyo su lucha, pero deberían solicitar al gobierno de Macri un lugar donde asentarse”… “está bien lo que piden, pero violencia genera más violencia”… ¡después de un ‘pero’ nada bueno puede venir! Sí, es importante cuestionar, pero más lo es quitarse la venda de los ojos y observar los discursos deslegitimantes en los que el indio tiene que adaptarse a los valores de la sociedad dominante y de tez blanca, dejando a este último como un “amigo-enemigo” a la deriva. Así quedará más claro que el etnocidio es responsabilidad sistemática de unos y otros.

Hablemos un poco de esa maquinaria. Benetton es una empresa transnacional italiana que emigró a la Patagonia para hacerse con casi un millón de hectáreas en el cono sur. Una gran cantidad de éstas se concentra en la provincia de Chubut, que en un litigio jurídico, se incluyen también las tierras de las comunidades del Puel Mapu. Como escribo al inicio de este apartado, desde marzo de 2015 se inició un proceso de resistencia por la tierra, sumado a las acciones de desobediencia social por el cambio de uso de un tren de la región que ahora transporta mercancía y turistas, cuando antes servía de transporte público. “Si cambia para el beneficio del capital el tren y la tierra en Cushamen, probablemente con el tiempo todo el territorio sea inhabitable”, me comenta en tanto que análisis una compañera solidaria con esta causa.

En una declaración para El País, el administrador general de la compañía en la región, Ronald McDonald (¡sí!, ¡pero el otro vende hamburguesas!) realiza una jocosa –y clasista- analogía: “esto es como si yo ahora fuera a Inverness, en Escocia, a reclamar las tierras de mis antepasados” [3]. Y de allí, no podría quedarme sin comentar que hay una diferencia gargantuesca entre lo que dice esta persona y lo que es la tierra para los mapuches: no, no es propiedad, sino un cúmulo de prácticas de vida.

Porque, a pesar de que el Estado argentino pueda considerarse ‘pluricultural’, son los mapuche (wichi, qom, etc.) quienes se encuentran en mayor marginalidad, desplazamientos forzados, presiones estatales y en ausencia de autonomía.

Continuando…

… son las balas de goma, de plomo, toletazos, detenciones extrajudiciales, humillación, abuso sexual y la quema de sus campamentos los resultados cotidianos de los operativos de la Gendarmería en cuanto los mapuche protestan –siempre- pública y pacíficamente. En equivalencia a la preocupación de la desaparición de Santiago, se encuentra el del lonko –líder- Facundo Jones Huala -quien ha sido detenido en dos ocasiones durante los procesos de recuperación territorial- y el de la Machi Francisca Linconao que ahora, desde prisión fungen como portavoces de la reconstrucción mapuche en Chile y Argentina.

Quienes los apoyan desde otros puntos en Argentina también se las han visto con la represión.

– Al mediodía del 4 de julio, un grupo de jóvenes libertarios fueron golpeados brutalmente mientras realizaban una manifestación pacífica por la libertad del lonko Facundo Jones Huala en Buenos Aires. Sólo unos segundos transcurrieron para que la Policía de la Ciudad dispersara la protesta y siete de los activistas fueran detenidos, achacándoseles los delitos de “naturaleza federal”[4]. Uno de ellos tuvo que ser trasladado al Hospital Argerich por los golpes recibidos. Hasta el momento, su proceso judicial sigue vigente ya que la juez María Servini se declaró ‘incompetente’.

– El lunes 31 de julio, la comunidad de Cushamen se manifestó en la entrada principal de los juzgados federales de Bariloche –provincia de Río Negro-. La Gendarmería Nacional y el Grupo Especial de Asalto Táctico de la Policía de Seguridad Aeroportuaria dispararon con balas de goma a los manifestantes. Nueve personas fueron detenidas y muchas más heridas.

 “Defendiendo la humanidad” con métodos deshumanos

Detrás de la desaparición de Santiago Maldonado, salieron al acto escenario distintas declaraciones en torno a “la necesidad de contener la guerrilla mapuche y radical que tiene tintes separatistas y emplea métodos terroristas y de daño a la propiedad privada”. ¡Ahora se habla de que el Wallmapu llegó a posteriori de los mestizos y migrantes! ¡Anacronismos everywhere!

Esta declaración de dibujar violencia donde no la hay, parece ser fórmula, ya que es bastante similar a otros casos en el continente, por ejemplo, la  acusación del poder judicial colombiano contra el estudiante Mateo Gutiérrez de la Universidad Nacional en Bogotá, preso en la Cárcel Modelo desde el 1° de marzo de este año, quien es acusado de haber colocado “bombas panfletarias” el 18 de septiembre de 2015, añadiendo como agravante su “afiliación a grupos armados” que, de hecho, se deslindaron desde los primeros días tras la captura selectiva del estudiante [5].

En cuanto al boom de especulaciones y la criminalización mediática en Argentina, Jorge Lanata, periodista en El Clarín y con un fill en blanco si se le investiga en la virtualidad, se ha llevado el “Óscar de la Desinformación” al ser el principal promotor del tema de la “guerrilla” con especial retórica en el programa Periodismo para Todos (PPT) el pasado domingo 6 de agosto. “Estos tipos reivindican la lucha armada para ocupar tierras que consideran propias e imponer la Nación Mapuche entre Argentina y Chile”, así, sin titubeos lo dijo. ¿Ya nadie recuerda como se hablaba más de las drogas y las capuchas en el caso Ayotzinapa en el que, con el tiempo desparramado, 43 vidas aún desaparecidas?

Y el meollo del terrorismo mediático (como ahora se nombra a las prácticas periodísticas que generen discrepancias en vez de contenido cognitivo-informativo) se concentra en el ligamen de la nación mapuche y sus simpatizantes a las tendencias más radicales: la CAM (Coordinadora Arauco-Malleco, en la región chilena) y la RAM (Resistencia Ancestral Mapuche en la región argentina). Los conceptos dignidad/autodefensa/vida humana chocarán siempre con legalidad/tolerancia/progreso, por lo que este terrorismo mediático habrá de anteponer el emocionalismo de la violencia antes que asimilar el contexto en el que viven las comunidades más desprotegidas del Wallmapu. En palabras del intelectual mapuche José Marimán: “(…) Las acciones imputadas a los mapuche de sabotaje y que afectan maquinaria agrícola, instalaciones agrícolas o forestales, o camiones, no se mueven en la lógica de una definición más/menos aceptada de terrorismo. Esto es, una acción dirigida conscientemente hacia una población civil, por una o ambas partes beligerantes en un conflicto” [6].

Recientemente, Facundo Jones realizó una declaración pública en la que invita directamente a Lanata a una entrevista en sus territorios, esto después de la alteración deshonesta y manipulante de una entrevista del lonko a PPT. “Ojalá viniera, me gustaría. De verdad, me gustaría verlo recorrer las tierras que nosotros habitamos, para que conozca cómo vivimos. Pero no le interesa saberlo. Y mucho menos le interesa que otros lo sepan (…) No somos estúpidos los pueblos. Y ya no les resulta tan fácil engañarnos” [7].

La democracia también desaparece y asesina

Más que describir lo acontecido, es de provecho rescatar algunas de las piezas del rompecabezas para ubicar responsables y multiplicar la búsqueda del paradero de Santiago.

“¿Por qué tenemos que hacer nosotr@s la búsqueda?”, simple; la respuesta del Estado argentino ante ya casi un mes de protestas, denuncias y evidencias claras de esta desaparición en democracia es literalmente: “no confiamos en nadie, todas las hipótesis son posibles” [8].

Del día de la desaparición:

El 1° de agosto de 2017, se desató la brutal represión en el Pu Lof en Resistencia de Cushamen tras un corte de ruta. Tres mapuches fueron detenidos y los testimonios del acto de violencia, afirman que Santiago fue golpeado, aprehendido y después montado a una camioneta por integrantes de la Gendarmería Naciona.

* Fueron partícipes el Escuadrón 34, 35, 36, Ramos Mejía y Rawson, quienes abrieron una cacería humana disparando a mansalva.

* Hay testigos tanto pertenecientes al Pu Lof de Cushamen como compañeros de lucha de otras provincias que acompañaron la protesta de ese día.

De las acciones, reivindicaciones y criminalización:

* Familiares, organizaciones de DDHH y compañeros presentaron habeas corpus, en los juzgados de Bariloche, Bolsón, Esquel, como también en toda Argentina. Se ha realizado una amplia difusión de parte agrupaciones DDHH y afines. Algo como ‘buscar en todas las instancias y cuarteles a Santiago’.

* Hostigamiento por parte de la Gendarmería al hermano de Santiago, Sergio Maldonado, en el momento que se acercó a la Pu Lof para saber más sobre la situación en la que fue detenido y desaparecido su hermano, y luego en el ingreso a la cuidad de Esquel, donde nuevamente fue hostigado por efectivos.

* El viernes 4 de agosto, las noticias se centraron en los ‘actos vandálicos’ cometidos en la Casa del Chubut en la ciudad de Buenos Aire que, en voz de los hermanos de Santiago, fue un acto de falsa bandera para criminalizar a los movimientos y agrupaciones que desde el día 1° de agosto, comenzaron acciones por su aparición con vida. Estos son los argumentos:

“1: No hay detenidos. En pleno centro de la capital del país, ¿ningún policía pudo agarrar a uno?, ¿no hay cámaras de seguridad?

2: La foto de la pintada que dice “APARICION DE SEBA EL LECHU” (¿Seba? -Hola muchacho contratado, ¿no tenías idea de cómo se llama la persona desaparecida o no lo recordaste cuando te dijeron que tenias que pintar?).

3: ¡Semejante movimiento de un grupo de apoyo para cometer un error en el reclamo!

* Por la noche del 9 de agosto, el canal de noticias TN sacó a la luz un video donde supuestamente se observa a Santiago en un estación de servicio de la provincia de Entre Ríos. Al día siguiente, se hizo viral la respuesta de Francisco Mestre, quien fuera la persona filmada en el video, respondiendo que “(…) El del video que pasaron soy yo… ¡Qué locura! La des-información… ¿va a estar caminado como si nada por un local sabiendo que tantas personas lo buscan? vi los videos y las imágenes… me veo ahí, tan tranquilo… y pasé varios puestos policiales en el camino… y pasan el video con total impunidad… ¡información falsa!” [9].

* El 11 de agosto, el Juzgado Federal de Esquel allanó ilegalmente el domicilio de Santiago en la ciudad de El Bolsón, provincia de Río Negro. Su abogada, Verónica Heredia, afirmó que no se emitió orden para tal acto y que “el  Estado argentino prefiere ‘buscarlo’ en su domicilio que en Gendarmería”.

No queda más que la solidaridad internacional: ¡vivo se lo llevaron, vivo lo queremos! (Un recorrido audiovisual a un mes de la desaparición)

https://t.co/jcFINkaqxX

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Notas críticas y referencias

[1] La definiría más bien como la consolidación por modernidad de una cultura dominante y culturas secundarias que se van integrando con el tiempo. ¿Quién se va a creer el cuento de que los musulmanes son ‘incluidos’ en Estados Unidos o España, o que los pueblos amerindios tienen todos los derechos países como México o Colombia?

[2] Subcomandante Insurgente Galeano, El muro y la grieta. Primer apunte sobre el método zapatista, 2014.

[3] “Benetton y los mapuches, la guerra eterna en la Patagonia”, El País (México), Carlos E. Cué, 2017. (https://elpais.com/especiales/2017/represion-mapuches-argentina/)

[4] “¡Libertad inmediata a nuestro compañero Nicolás de Antueno!, ¡alto a la represión del Estado argentino!”, Ruptura Colectiva (RC), 4 de julio de 2017. (http://rupturacolectiva.com/libertad-inmediata-a-nuestro-companero-nicolas-de-antueno-alto-a-la-represion-del-estado-argentino/)

[5] “Solidaridad internacional con Mateo Gutiérrez: ¡el pensamiento crítico no es terrorismo!”, Ruptura  Colectiva (RC), 6 de marzo de 2017. (http://rupturacolectiva.com/solidaridad-internacional-mateo-gutierrez-el-pensamiento-critico-no-es-terrorismo/)

[6] Marimán, José, Awkan tañi müleam Mapu Kimüm. Mañke ñi pu kintun (Combates por una historia mapuche. La perspectiva de un cóndor), Centros de Estudios Rümtun – Heinrich Böll Stiftung, 2017, p. 125).

[7] “El lonko mapuche Facundo Jones Huala lo desafió a Jorge Lanata”, Infonews, 21 de agosto de 2017. (http://www.infonews.com/nota/309910/el-lonko-mapuche-facundo-jones-huala-lo)

[8] “El gobierno sobre el caso Santiago Maldonado: ‘No confiamos en nadie, todas las hipótesis son posibles’”, El Clarín, 8 de agosto de 2017. (https://www.clarin.com/politica/gobierno-caso-santiago-maldonado-confiamos-nadie-todas-hipotesis-posibles_0_SJbNeQPvW.html#cxrecs_s)

[9] “El del video soy yo: el joven filmado en la estación de servicio no es Maldonado”, Big Bang News por Natalia Torres, 10 de agosto de 2017. (http://www.bigbangnews.com/politica/El-del-video-soy-yo-el-joven-filmado-en-la-estacion-de-servicio-no-es-Maldonado-20170810-0024.html)

 

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