A pesar de que se mostraron muestras de odio y conservadurismo en las redes sociales desde que se abrió la convocatoria regional y pública a la marcha, la protesta se gestó en un ambiente pacífico e incluyente con la participación tanto de hombres y mujeres.

Además de la consigna pro-aborto, las compañeras enunciaron distintas consignas en contra de la ola de feminicidios en Juchitán y alentando la organización comunitaria en este territorio debido al incremento desmedido de los megaproyectos eólicos, mineros, concesiones ilícitas sobre las tierras comunales, y en especial, la implementación multimillonaria de las ZEE (Zonas Económicas Especiales) que han propiciado la división social tanto en la cabecera municipal como en las comunidades indígenas que son las principales afectadas.