Tempranito y mientras los primeros rayos del sol se encontraban con el suelo y los rostros colectivos, la gente ya esperaba abordar el camión rumbo a Morelia. Algunos otros arribaron en vehículos. Una caravana silenciosa (pero ansiosa de hacerse escuchar). Las asambleas comunitarias son más frecuentes después de lo acontecido el 5 de abril, y para este acto, el consenso fue el lenguaje universal. 8:30 hrs. y las llantas del camión dibujaron un millar de círculos en su propio eje.
10:30 hrs. En sintonía, los pasos y las venas en flujo se coordinaron para tomar la Procuraduría General. “Quisieron desaparecernos… ¡pero aparecimos en todo el mundo!”, y en efecto, aparecieron entre cada tira de palma, en el hashtag (y los 140 carácteres restantes), en las hojas manchadas con café del expediente jurídico y en todas esas cartulinas de pigmentos coloridos que más bien parecían megáfonos (los trazos con plumón permanente son como los gritos por la dignidad).
Fueron más de 300 (¡y esto no es el Peloponeso!).
Daños arteriales. Daños rizomáticos. Vidrios fragmentados en el piso. Un video grabado con la mano temblorosa desde la azotea. Fachadas destrozadas. 14 noches sin dormir. Hoyos de barbarie en las puertas del oyamel. Dos pastillas para el insomnio. Casquillos en el asfalto. 32 firmas en “La Procu”. “Fuimos tan fuertes como un rinoceronte”. Hematomas -pero el brazo y el puño siempre en alto-. 4 cruces de madera blanca en los surcos de la tierra. Las sabanillas y los gabanes se quedaron en el ropero. 132 costales con grava y una fogata improvisada. Un corazón comunal.
–“¡No es justo, no es justo!”– dijo el tío de Luis Gustavo de tan sólo 16 años (brotó una lágrima de la cuenca de sus ojos). Abandonó el recinto de la protesta.
12: 30 hrs. y la acción se desplazó a la SEMEFO (para muchos, sólo siglas). PGR, SEGARPA, SSP, CNDH…
V(enimos)
I(ncomodando)
D(esde)
A(rantepakua)
… la importancia de hacer práctico al sentimiento de la injusticia.
13:33 hrs. y una plaza entera para todos y para nadie (porque vale más poner los pies en la tierra que en donde las alas sean cortadas).
Ni muchos, ni pocos. Somos los que somos. Somos la nota periodística, la sonrisa al albor del sol, el ‘compartido’ en Facebook, la neblina de los cerros y el periodicazo amarillista del día siguiente. Somos la historia que somos (por si alguien se había olvidado del sublime pensamiento del Tata Chávez).
¿Y en verdad somos lo que somos o nos han obligado a ser como somos? La protesta ha concluído pero nos llevamos una tarea ontológica a casa.
La gente tomó su merienda. Envío por WA las fotografías que registraron. Respiraron. Se miraron los unos (y las unas a las otras). Pero al final de este trecho, se preguntaron: ¿lucharemos sólo por justicia o por las puertas del cielo?
¡JUSTICIA, AUTONOMÍA Y AUTODETERMINACIÓN EN ARANTEPACUA!¡JUCHARI UINAPIKUA! ✊
Posted by on Monday, July 31, 2017
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